Época: Seg rev ind
Inicio: Año 1870
Fin: Año 1914

Antecedente:
Industrializacion en los países desarrollados

(C) Joaquín Córdoba Zoilo



Comentario

Al vapor, motor energético de la Primera Revolución Industrial, se añadirán el petróleo y la electricidad, que poco a poco desplazarán al primero.
Conocida desde principios de siglo, la electricidad no se utilizó industrialmente hasta que una cadena de inventos lo hicieron posible (Siemens, 1867: dínamo. Hacia la misma fecha, Berges: aprovechamiento de la fuerza hidráulica para generar energía eléctrica. Desprez, en 1881, fue el primero que utilizó un hilo conductor entre dos ciudades a 57 kilómetros de distancia, pero con poco rendimiento). Poco antes de 1900 se inventaron el alternador y el transformador para elevar o reducir la tensión, permitiendo la cómoda utilización de la electricidad en la industria.

La primera empresa mundial de electricidad fue fundada por Edison, que fabricó por primera vez en 1879 la lámpara incandescente, y le dio su nombre: Edison Company, más tarde conocida como General Electric Company.

La aplicación industrial del petróleo se inició a partir de 1853. En esa misma década comienza la fiebre del oro negro -que ayudó a poblar los Estados del sudoeste americano: Texas y California-. La producción mundial en 1860 era de 67.000 toneladas. En 1900, 20.000.000, y en 1913, 52.000.000. Estas cifras son por sí elocuentes del progreso que supuso para la época.

Las nuevas fuentes de energía hubieran tenido una aplicación limitada sin una serie de descubrimientos tecnológicos, como el motor de cuatro tiempos o el motor diesel, por sólo citar dos especialmente significativos.

En el campo de la metalurgia, la Segunda Revolución Industrial fue la revolución del acero, desde entonces la industria pesada se convierte en el motor del desarrollo industrial.

La obtención del acero se vio revolucionada por algunos inventos como el convertidor de Bessemer o el horno de Siemens/Martin. El descubrimiento de Thomas y Gilchrist permite aprovechar los minerales pobres en hierro y ricos en fósforo (1878). En las décadas de 1880 y 1890, el alto horno se hace común en Europa y América. La producción del acero subió prodigiosamente, bajando su precio. La Torre Eiffel (1889) es el monumento característico de una época.

Además del acero, es en estos años cuando comienzan a utilizarse de manera general otros metales, como el cobre, que permite conducción eléctrica más eficaz, el plomo, el cinc o el aluminio, descubierto en 1827, pero no aislado hasta 1845.

Los descubrimientos fundamentales de la industria química fueron los procedimientos más baratos para la obtención de productos básicos: sosa y sulfúrico.

Un gran porvenir industrial tendría la introducción del caucho. Hay que resaltar igualmente el aumento en la producción de papel, fertilizantes (abonos), explosivos, medicamentos, perfumes, insecticidas, etc.

La industria textil, que ya no es la de más volumen y que más mano de obra emplea, también se beneficia con importantes innovaciones técnicas como el teñido, consecuencia del avance químico, y los primeros pasos de las fibras artificiales.